Tras la conclusión de “Juego de Tronos” en el 2019, el universo creado por R. R. Martín regresa con “La casa del dragón” a modo de precuela. En mi opinión, la primera temporada de la serie que nos ocupa, cumple con éxito su mayor reto, volver a ganarse la atención y el interés de los espectadores después de que para muchos de estos la conclusión de la serie original resultara decepcionante.

Desde su inicio hay algo que queda claro, y es que, a nivel de producción, la serie cuenta con unos altos valores que dan lugar a una ambientación tremendamente conseguida. A partir de eso, el guion se desarrolla con relativo interés, pero no siempre con el mismo nivel de solidez. Personalmente, diría que el nivel del guion se encuentra en un punto medio entre las primeras temporadas de "Juego de Tronos" y las últimas. Aquí vuelven las conspiraciones a fuego lento que tan bien funcionaron inicialmente en la serie original, pero también encontramos ciertas acciones precipitadas y giros forzados que le restan credibilidad a algunas situaciones (siendo esto último algo que era más común encontrar en las últimas temporadas de "Juego de Tronos"). Aún así, con sus puntos positivos y sus puntos negativos, en conjunto la propuesta funciona, y los últimos capítulos elevan el listón en cuanto a épica, interés e impacto.

Es difícil decir si los personajes actuales resultan igual de carismáticos que los de “Juego de Tronos”, probablemente no, pero también hay que tener en cuenta que se trata solo de la primera temporada, y que muchos personajes interesantes de la mencionada serie original necesitaron de más temporadas para ir desarrollándose y ganarse al público. En esta ocasión en particular, los actores principales hacen una labor convincente, aunque si tengo que destacar a alguno, sin duda mencionaría a Paddy Considine, que realiza una labor fantástica interpretando al rey Viserys Targaryen I.

En conclusión, la serie consigue ofrecer una experiencia recomendable que, en general, recupera el interés del espectador por el universo de R. R. Martín, lo que consigue que le dé un voto de confianza de cara a próximas temporadas. De momento no llega a los niveles de brillantez de las mejores etapas de “Juego de Tronos”, pero aun así el resultado es notable.