No acostumbro escribir críticas de pelis en general, y menos aun de series de TV en particular, pero ante esta historia que se nos cuenta es imposible contenerse, para entre otras cosas reinvidicar esta maravilla de 48 min. de duración en el tiempo y de infinita duración en la memoria del televidente.

La historia se abre con el reflejo de nuestro protagonista Liam en la reluciente mesa de un bufete de abogados, y se desarrolla en un futuro indeterminado donde la mayoría de la gente tiene un "chip" (grano) implantado detrás de la oreja, que registra todo lo que hacen, ven o escuchan. Así los recuerdos puedan reproducirse ya sea delante de los ojos de la persona o en una pantalla, del mismo modo que puede borrar lo que el sujeto estime conveniente

Con esta premisa se desarrolla una oscura historia de relaciones personales donde vemos como influye directa o indirectamente el avance tecnológico en los pensamientos, conductas y decisiones que tomas los protagonistas…. A partir de aquí lo mejor que pueden hacer ustedes es dejar de leer esto y correr a ver el 3er episodio de la 1era temporada de la fantastica serie británica Black Mirror!!!

Para lo curiosos que sigan leyendo, les cuento que los mejor de este capitulo, no es solo que es un apabullante ejercicio de ritmo narrativo, mezcla de inquietante trhiler de ciencia ficción con drama intimista que no les dejara ni pestañear, ni que cuenta con unos efectos especiales efectivos puestos a disposición de la historia, ni que sus interpretaciones y dirección dotan de absoluta credibilidad y desasosiego esta fantasía futurista (influenciada por Philip K. Dick) , ni tan siquiera que sin una gota de pretensión ni efectismo consigue reflexionar sobres cuestiones de gran profundidad vital, sino que su eco en la cabeza del espectador es inevitable y que tiene la capacidad para agitar conciencias y generar preguntas … sigue en spolier: