He disfrutado muchísimo con esa atmósfera envolvente que consigues desde el principio tras la máscara de Damon, convertido repentinamente en gran actor.

He disfrutado un montón con Angelina Jolie, increíblemente bella y sexy; a medida que pasan los años más guapa, más sexy y tan gran actriz que es capaz de demostrarme que un tipo frío, incapaz de demostrar emociones pueda rechazarla.

Bobby, después de mucho tiempo de tu primera película como director has conseguido una muy buena película con serena inteligencia. Un poco a la europea, contenidas emociones, frialdad poética, sin importarte si los palomiteros te darán la espalda y los oscars también: te pusiste a trabajar lo mejor que creíste posible.

Eres el mejor actor de todos los tiempos (por talento y variedad de registros estás a la par de Laurence Olivier) y no has querido pifiarla y por eso has ido sobre seguro, de manera que aprovechaste todo lo que has visto y aprendido de tus amigos y te dejas influir por Coppola, y bien hecho, a qué arriesgarse con novatadas si tienes quién te ayude. Incluso eres tan listo que te llevas a Francis Ford a la producción.

El suspense no se acaba, el drama es sinuoso, sensual, la banda sonora cautivadora, los actores admirables todos (¡menos tú, Bobby, que con un gran personaje pones cuatro muecas, un lujo que te diste!), con especiales momentos de gloria para la dureza de Turturro, la extrema sutileza de Hurt y el excelente Michael Gambon.

Hasta está bien Alec Baldwin, que no suele.

Me lo pasé bomba y repetí en dvd. Su lentitud no me aburre, me llena de inquietud. Hay mucho terror del bueno detrás de esta maquinaria política que domina el mundo.

Larga vida te deseo tras las cámaras y delante, Bobby, porque aunque hace tiempo que no haces ninguna interpretación a la medida de tu capacidad, sigues siendo incomparable. Te lo digo uno vez más, Bobby: tú eres grande, muy grande, el mejor.