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España España · Madrid
Voto de horacio:
9
Drama Al volver del rodaje de una película, una joven actriz atropella a un pastor alemán de pelaje blanco. Inmediatamente lo lleva a un veterinario para que lo cure y coloca anuncios para localizar a su dueño. Como nadie lo reclama, se queda con él, pero un día ataca sin motivo a una mujer negra. La joven descubre, horrorizada, que el perro está adiestrado para atacar a personas de color. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2008
50 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Duro porque se basa en la manipulación de las emociones del "mejor amigo del hombre" y en ello se involucra a un encantador anciano al que le parece muy natural y muy lógico inducir al más feroz racismo a perro y nieto.

Bello por la forma en que se trata y por el equipo que conforman los luchadores a favor de recuperar la justicia también natural de estos animales y la personalidad de los mismos.

Duro y bello alegato por Samy Fuller, un tipo muy curioso, siempre al margen de la industria del espectáculo, realizador de un cine directo al corazón y a la mandíbula... con suerte desigual, muchas dificultades de producción, pero incapaz de venirse abajo. Hasta muy mayor, Fuller se las ingeniaba, a través, entre otras cosas, de su sinpar verborrea por convencer a algún productor y trabajar, casi siempre, con actores desconocidos a quienes les regalaba espléndidos personajes. En esta oportunidad, el actor negro Paul Winfield ya tenía una buena carrera y Burl Ives ya era el veterano que todo director querría tener en su equipo. Mención aparte para los entrenadores del bellísimo perro que pasa por importantes secuencias: verdadera primera figura de la película.

Como siempre en este bravío Samuel Fuller de eterno puro en la boca, entra a saco en un tema inédito, nunca tratado en el cine, ni antes ni después. Emocionante.
horacio
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