En su día pudo haber tenido su aquel ya que dos años después de la tan celebrada ¿Qué pasó con Babe Jane?, Robert Aldrich, un tipo con talento dado a variados estilos y muy integrado en la industria, volvía a unir a dos estrellas. En la anterior fue un gran éxito el enfrentamiento entre Davis y Crawford, con absoluto lucimiento de la primera en su primer papel de trastornada a tope... Esta vez a su lado no va la dura Joan Crawford sino la tierna Olivia de Havilland, en una madurez sorprendentemente atractiva. Casi siempre en papeles de pobrecita se mira y no se toca, aquí llama mucho la atención su morbosa sensualidad en un cuerpo muy interesante. Joseph Cotten hace un papel muy por debajo de sus posibilidades, Agnes Moorehead está fenomenal en uno más de sus muchos papeles de criada y Bruce Dern se ocupa del personaje sobre el que gira toda la trama. La veterana Mary Astor está muy bien en dos breves secuencias...
Con todo esto la película es muy burda y la gran Davis hace como una copia mala de su Babe Jane... todo es previsible y pobre en una serie de sobresaltos en franca decadencia. Desde luego nadie repitió en este género, excepto Miss Davis en A merced del odio, The Nanny, donde mejoró mucho nuevamente. Aquí no es que esté mal, es la mejor, pero es tan inconsistente su personaje y tan cutres sus situaciones que el conjunto resulta penoso.