La película está realmente entretenida, aunque no habría estado mal que hubiera durado un poco menos, aun así no se hace pesada. El comienzo es un poco flojo, ya que al no haber empezado la guerra, debido a las limitaciones del guión, la historia parece un poco cutre. Luego ya va mejorando, sobre todo en las escenas de las batallas, que son geniales, ahí se nota la mano de Roland Emmerich, que las hace espectaculares. Una vez que empieza la guerra te metes de lleno en la película, que es muy emocionante... y dura, toda muy bien recreada. Aunque para llevar este título, en nacionalismo estadounidense es poquito (para alivio de mi estómago), porque no intentan exaltar demasiados sentimientos patrióticos estadounidenses y porque las pocas veces que lo intentan no lo consiguen. Las interpretaciones son correctas, aunque en la escena de la muerte de... "alguien" (no quiero destripar la cosa) Mel Gibson no me llega a convencer. Por último, la banda sonora me ha parecido mucho más que aceptable.