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Voto de Baxter:
4
6.4
1,554
Romance. Comedia
El industrial inglés Sir William Rutland (Cary Grant) vuela a Tokio en viaje de negocios, pero, debido la masiva afluencia de turistas con motivo de los Juegos Olímpicos, le resulta imposible encontrar alojamiento; así que se las apaña para compartir apartamento durante unos días con Christine Easton (Samantha Eggar). Rutland invita a Steve Davis, miembro del equipo olímpico de Estados Unidos, a instalarse con ellos. La situación se ... [+]
11 de marzo de 2009
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el dificilísimo género de la comedia no existen diatribas especulativas o relacionadas con una cinefilia mal entendida. Una comedia funciona cuando sobre todo el guión es original y muy divertido (Con faldas y a lo loco; Me siento rejuvenecer), cuando tiene un ritmo frenético (Uno, dos, tres...; La fiera de mi niña), cuando su sentido del humor es sarcástico, irónico e inteligente (El apartamento; Annie Hall), sus diálogos tienen cierto morbo, capacidad de sorpresa y locuacidad (Broadway Danny Rose; Notting Hill); cuando los actores que la interpretan rezuman encanto y capacidad para invitarnos a creer en lo que nos cuentan y a soñar despiertos (Una noche en la ópera; El guateque), y cuando el director sabe que el principal objetivo que tiene en sus manos es contarnos las cosas sin caer en la comicidad pueril y grosera, lo que resulta difícil en esta época. Pues bien, Apartamento para tres incumple casi todas las principales premisas para ser una "buena" comedia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En Apartamento para tres el guión es tan absurdo como insustancial. La mayoría de las escenas son excesivamente largas, no tienen la suficiente malicia, sarcasmo y gracia como para que esbocemos una simple sonrisa. Aunque es un humor pueril, parece hecha más bien para engatusar a nuestros mayores con el encanto de un Cary Grant que en ningún momento parece creerse su papel. Es obligado a realizar escenas en donde evidentemente no se siente cómodo y hasta parece que sobra a mediados de la película, haciéndole desaparecer sin argumentos demasiado convincentes. La escena de la simpática salidita de Grant por la ventana dura ¡más de diez minutos!
Jim Hutton es casi estúpido en su papel, y tanto él como Samantha Eggar no enamorarían a nadie en su sano juicio, porque nada hacen durante toda la película para que la chispa salte entre dos personas adultas, excepto sandeces.
¿Por qué se empeña Grant en enamorarles?
¿Por qué la policia es aún más cretina que los personajes principales?
¿Por qué siento vergüenza ajena en la larguísima escena de la carrera?
¿Por qué quieren hacernos gracia con el caracter y acciones de los japoneses?
Lo mejor... los dos pequeños sentados en la escalera. ¿Quizás esperaban que sucediese algo gracioso? Fútil espera.
Jim Hutton es casi estúpido en su papel, y tanto él como Samantha Eggar no enamorarían a nadie en su sano juicio, porque nada hacen durante toda la película para que la chispa salte entre dos personas adultas, excepto sandeces.
¿Por qué se empeña Grant en enamorarles?
¿Por qué la policia es aún más cretina que los personajes principales?
¿Por qué siento vergüenza ajena en la larguísima escena de la carrera?
¿Por qué quieren hacernos gracia con el caracter y acciones de los japoneses?
Lo mejor... los dos pequeños sentados en la escalera. ¿Quizás esperaban que sucediese algo gracioso? Fútil espera.