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Chile Chile · Santiago de Chile
Voto de buyinski:
6
Thriller Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas, se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco, descubre, al despertarse, que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle respuesta alguna, el líder de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar. (FILMAFFINITY) [+]
15 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El taquillero director Danny Boyle nos hace llegar su última película. Una avezada historia que como suele ocurrir cuando el británico nos introduce en sus films, cuestiona la improbabilidad con lo cotidiano y le da un toque de fantasía, a ratos oscuro… como ahora.

“Trance” es una coctelera que nos pudiera evocar films como ‘Dejá vu’, ‘Paycheck’, ‘El eterno resplandor de una mente sin recuerdos’ o incluso ‘Inception’. Aún así y con todo lo recurrido de algunas tramas, Boyle logra imprimir algo de su sello propio en el mundillo de las multirealidades, las regresiones y su mezcla con lo policial y la intriga.

Sensual, oscura (en el sentido, no en la estética), abstracta y jugando con los detalles. “Trance” se desenvuelve ligera y a la vez se sumerge en lo espeso de un guión sencillo pero cuyo montaje puede costar comprender, especialmente a la hora de indagar las reales intenciones de los personajes.

En este sentido, James McAvoy (que siempre termina golpeado, no hay caso) y Vincent Cassel operan al límite no sólo de sus roles, si no de lo que el espectador puede esperar de ellos, intentando leer algo que permita anticipar el siguiente paso. Mención aparte para la ambigüedad lograda por Rosario Dawson; serena y confiada, la actriz es el real timón de la película, curiosamente como suele hacerlo Danny Boyle en los papeles femeninos, sin abusar de las emociones.

Los planos y las secuencias seducidas por el color crepúsculo y los reflejos enmarcan este film, donde quizás si el objetivo era traspasar la confusión desde la pantalla a la butaca, esto se completa, pero puede perjudicar la percepción final del producto.

“Trance” es ver a Danny Boyle girando la tuerca cuando ya pensábamos que no había para más. Un ejercicio o desafío que obedece a su ambición o presunción personal, o por otro lado, al afán de buscar más allá en el género del thriller psicológico, del noir. Eso habrá de juzgarlo quien la vea.

Poco más de una hora y media que es justa y necesaria. El oriundo de Manchester sabe cuando ir al punto y no extiende más el conjunto de lo debido. Aún así, no se trata de su mejor trabajo.

Conclusión:
Interesante. No para medias tintas; si se aventura déjese seducir, sino absténgase.
buyinski
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