Coppola reúne a un buen número de lo que entonces eran jóvenes promesas y que muchos de los cuales luego han sido estrellas.
No puedo evitar acordarme del famoso musical de Travolta, pero aquí los chicos son mucho más duros, chulos y macarras, en una historia bastante más seria y dramática. Estos pandilleros de vida callejera nocturna, terminan teniendo graves problemas
Con esta premisa tan sencilla, Francis Ford Coppola construye un drama juvenil tan potente como entretenido. Los jóvenes actores realizan un gran trabajo, aunque son los más secundarios los que terminaron brillando en Hollywood años después.
Supongo que la película refleja en cierto modo la realidad de un sector de la sociedad americana de esa época, aunque parezcan excesivamente duros para lo “mocosos” que son en el fondo.
Pero al final, no deja de ser una fábula de amistad y redención (quizás no sea casualidad que terminen en esa vieja iglesia), que además está muy bien contada, con una estupenda narrativa cinematográfica.
Sin duda es muy recomendable, aunque otros títulos de este director le pueden hacer bastante sombra.