Conocemos a Jubei, un guerrero con katana que ofrece sus servicios en el Japón de los "shogun".
Pero este film de animación también tiene elementos de magia y monstruos, como tanto les gusta mezclar en el país del sol naciente.
Jubei es el típico héroe solitario y poco hablador que cuando lucha no tiene rival. Me recuerda un poco a la actitud de los pistoleros del oeste.
El dibujo está conseguido, con personajes y escenarios suficientemente trabajados. El diseño de los "jefes" enemigos es muy bueno y muestra el habitual retorcimiento mental en estas películas.
No se cortan tampoco con la violencia y el sexo. Es uno de esos títulos que, cuando se empezó a distribuir en España, me dejaban un poco impresionado al no estar acostumbrado a ver este tipo de cosas en un film de "dibujos".
El argumento no es nada del otro mundo pero tampoco importa. Se trata de ver buenos combates de artes marciales con espada a manos de un protagonista más chulo que una gamba, contra criaturas que parecen sacadas de un videojuego.
La película es corta, pero se hace todavía más corta de lo entretenida y frenética que es.
Es uno de los mejores ejemplos del "anime" de su momento.