No han arriesgado. Esta secuela es continuista y mantiene el estilo y calidad de la primera. Tiene exactamente las mismas virtudes y defectos, pues la estructura argumental y narrativa es prácticamente igual.
Cambian los personajes secundarios a los que Robert ayuda, así como el grupo más importante de enemigos contra los que se tiene que enfrentar, pero por lo demás es bastante parecida. Se puede decir lo mismo de bueno y de malo que tenía la anterior. A saber:

Pros:
- Un personaje principal absolutamente interesante. Robert es un héroe atípico, solitario y un poco triste que automáticamente cae bien y que tiene una peculiar forma de ayudar a los demás.
- La acción es realista, en plan “Jason Bourne”. Las peleas duran lo justo y no hay heroicidades tremendamente fantásticas como en otras películas de acción.
- Me gusta la ambientación negativa y oscura en Boston, donde parece que en cualquier rincón hay algún delincuente dispuesto a hacer de las suyas.
- Se reflexiona un poquito sobre la vida. En este caso, hay un par de momentazos con el chaval “grafitero” que me han gustado bastante.
- La confrontación final es muy buena.

Contras:
- Los malos le duran tan poco que las escenas de acción resultan ser demasiado breves.
- Como consecuencia de eso, el ritmo es un poquitín lento. Vuelvo a tener la sensación de que le sobran como unos 20 minutos o así.
- En esta secuela en particular, no veo creíble que el malo le tenga tanto odio. Deberían haber explicado un poco mejor la motivación de este personaje.

Una buena secuela, aunque poco innovadora. De todas formas prefiero mil veces que Denzel haga cosas así en lugar de “Fences” o “Roman Israel” que me parecieron bastante malas.
Lo que sí está mal, pero que muy mal, es el tráiler. Desvelan un aspecto de la trama bastante importante, y se cargan la sorpresa. Cada vez odio más los tráilers, así que los evito siempre que puedo.