Con esa combinación, difícilmente podría haber un mal resultado.
Efectivamente, “Casino” está bastante bien, aunque tiene ciertos defectillos que hacen que no alcance la categoría de obra maestra.
Scorsese utiliza los mismos elementos habituales de su estilo narrativo.
Hay voz en off que nos narra lo que va pasando, muchísima música de la época en cuestión, personajes malísimos, escenas violentas, intensidad dramática, etcétera. De esta coctelera tenemos una película de mafia de Scorsese, que no se puede negar que está firmada por él.
Es curioso ver cómo consigue este género (de mafia) que empaticemos con unos personajes delincuentes que deberían estar en la cárcel.
Robert de Niro es grande y se hizo grande con películas como ésta. Aunque su filmografía está salpicada con fracasos y fiascos, cuando le sale una película tan buena como ésta, eclipsa todos sus errores y consigue que sigamos respetándole como el monstruo de la interpretación que es.
Tenemos a Joe Pesci, que prácticamente clona a su personaje de “Uno de los nuestros”. Y la tercera protagonista es Sharon Stone. La popular bomba sexual de los 90, aquí realiza uno de sus mejores papeles en una de las mejores películas de su carrera.
Pero, no todo es bueno. El recurso narrativo de la voz en off es usado en grado superlativo. Se utiliza tanto, que a veces parece más un documental que un film. Creo que con esto se ha pasado un poco de la raya.
También se excede con la música, pues hay escenas de discusiones que, con la música de fondo, en mi opinión pierden intensidad emocional.
Otro pequeño defecto que tiene es que es demasiado parecida en muchos aspectos a “Uno de los nuestros”. Al ya mencionado personaje de Joe Pesci y el esquema narrativo habitual, tenemos que sumar muchas situaciones y un final bastante similares. Esto se debería haber cuidado un poquito más, porque casi parece un “remake”.
Por último, hay que decir que es demasiado larga. Son 2 horas y 50 minutos en los que el ritmo no para, pero en donde las situaciones se vuelven un poquito repetitivas. Además, el argumento, durante muchos minutos de su metraje, más bien parece una sucesión de escenas inconexas que no llevan a su espalda una trama principal. Más bien parecen anécdotas de la vida diaria del casino y sus negocios, encadenadas sin ton ni son y que solo alteran su ritmo cuando entra en escena la fuerte violencia que Scorsese muestra sin tapujos.
Esos factores le quitan el podio de obra maestra, pero no quitan que sea un peliculón absoluto a tener en cuenta en la filmografía de todos los que han participado en ella.