Está claro que Clint Eastwood morirá trabajando, y también que le importa bien poco el “que dirán”. Yo le alabo el gusto. Me parece estupendo que se ría de sí mismo en esta película.
Lo malo es que se trata de uno de esos casos en los que parece que se lo pasan bastante mejor los actores que la hacen que los espectadores que la ven.
Estos “viejales” astronautas se pasan la primera parte de la película decidiendo qué hacer, bromeando sobre su edad y echando el rato.
Luego llega la hora de salvar el mundo en plan “Armageddon” y ponerse serios. Pero el tono de comedia ligera del principio (y bien ligera porque no llega nunca a hacerme reír), hace que la parte de ciencia ficción llegue tarde y con poca intensidad emocional.
No digo que la película sea mala, porque no lo es. Pero su calidad general es mejorable, quedando solo en lo mínimamente aceptable.
Quizás la intento ver como lo que no es, pues la misión tal vez solo sirve de excusa para tratar el tema de la edad, que en el fondo no es más que un estado de la mente.
Pero creo sinceramente que se queda a medio gas tanto en la comedia como en el drama y en la parte espacial.
Por cierto, que ni a Tommy Lee Jones ni a Donald Sutherland les veo demasiado viejos porque ¿cuándo no lo han sido? Je, je, je.