En este curioso thriller sobrenatural británico, a poco de empezar nos ofrecen una inquietante escena en un centro comercial abandonado. Da la impresión de que puede llegar a ser una serie muy terrorífica, sobre todo al principio cuando todavía no nos enteramos de nada
La intriga por entender lo que está pasando me ha dejado bastante enganchado, sobre todo en el episodio piloto.
Poco a poco nos van explicando las cosas y comprenderemos mejor de lo que va esta auténtica paranoia fantástica. Realmente no da demasiado miedo y no se le puede considerar puramente como de terror.
Pero cuando se descubre el pastel, sigue manteniendo el interés por lo que pueda pasar, aunque de todas formas hay que reconocer que al principio parece que va a estar mucho mejor de lo que está.
La única cara un poco reconocible en el reparto es la de Natalie Dormer, aunque no sale demasiado en realidad.
Más que el protagonista, me quedaría con el negro “friki”, que es bastante gracioso con sus referencias continuas a películas. Todo se lo toma a guasa, pero su humor me parece divertido, aunque un poco fuera de lugar en una serie que tiene la intención de ser seria.
Y es que, como queda claro en el segundo capítulo con esa fiesta, la serie hace una extraña mezcla de géneros, pues tiene intriga, terror, misterio, drama, humor y hasta toques de rollo adolescente. Pero aun así, es un buen entretenimiento sin pretensiones, y solo son 6 episodios que no aburren.
¿Soy el único que se ha extrañado al ver a una mujer con alzacuellos? Cosas de los ingleses, supongo que en las ramas cristianas que hay allí, esto es factible.