Un agente de la CIA con amnesia en busca de su verdadera identidad. Casi sin recursos y perseguido por su propia gente para matarle sin saber por qué, Bourne recorrerá media Europa acompañado de una joven alemana que por casualidad se ve envuelta en este embrollo.
Se trata de una más que interesante vuelta de tuerca al género de los espías. Muy alejada del esquema de la serie 007, a pesar de la clara referencia Jason Bourne/James Bond.
La trama es completamente realista y actual (desconozco las novelas de Robert Ludlum así que no puedo hablar de fidelidad en la adaptación). La acción, directa y sin artificios. No hay grandes artefactos tecnólogicos ni vehículos lujosos. De hecho, la estupenda secuencia de persecución se lleva a cabo a bordo de un destartalado "mini". También las peleas están muy bien coreografiadas y sin fantasmadas hollywoodienses.
Lo más curioso es lo mal que queda el servicio secreto estadounidense en su papel de titiriteros del mundo y como malos de la historia.
Matt Damon y Framka Potente están correctos en su papel. A pesar de que este actor es bastante inexpresivo, en este papel le viene como anillo al dedo.
Todo un acierto de film, que con el tiempo se ha vuelto casi un pequeño clásico imprescindible en el género de acción y espionaje.