Una película totalmente mítica para mucha gente. Spielberg, una vez más, dio en plena diana dando vida a este simpático personaje, venido de otro planeta y que se hace amigo de un niño viviendo muchas aventuras.
El bicho tiene un diseño absolutamente genial, pues siendo muy feo, al mismo tiempo es creíble que venga de otro mundo y también transmite muchísima ternura y buen rollo.
El niño actúa de maravilla, como suele pasar cuando se ponen a las órdenes de este Peter Pan del cine.
La banda sonora del gran Williams ha permanecido en la memoria colectiva de la gente, asociada a populares frases como "Estaré aquí mismo" o "Teléfono mi casa".
Es casi la primera vez que un extraterrestre es totalmente bueno y en la que aparecen los agentes del gobierno como los malos que quieren investigar con el amigo de Elliott.
Además, la película tiene momentos de muchísima tristeza. Es una película completamente familiar pero las escenas del final creo que tienen mucha mala leche y pueden causar mucha pena a los niños.
Con todo lo dicho y todo lo que supone esta película, para mí personalmente no es de las mejores de Spielberg y en el fondo pienso que está un poco sobrevalorada. En la filmografía de este genio hay títulos mucho más buenos y con más calidad. Sin embargo, ésta siempre será muy recordada por el impacto que causó el personaje en la conciencia colectiva del planeta (no solo de los más cinéfilos ni mucho menos), pues es una película hecha para las masas (aunque también satisfactoria para los paladares exigentes).
Realmente le pondría un 7,5, pero la página no me deja.