Me alegro de que haya sido la HBO la encargada de contar el desastre de Chernobyl. Una historia como esta merecía caer en manos de una gran productora.
El enfoque es el adecuado, con seriedad, buenos actores, mucho drama y tensión, y un cierto aire de documental, casi como si fuéramos testigos directos de los acontecimientos. No me extraña que esté teniendo tanto éxito y se esté comentando mucho.
Logra que nos sintamos incómodos, pues el peligro de los accidentes nucleares es una de las realidades a las que se les puede tener más miedo colectivo, y con razón. Esta chapuza a la que no se le dio importancia al principio, costó muchas vidas y pudo haber sido todavía muchísimo peor, algo que la serie refleja muy bien.
Para mí, el que más destaca del reparto el gran Jared Harris, que recientemente también estuvo en "El terror". Ya es muy normal ver a buenos actores pasarse del cine a la televisión en productos de gran calidad.
Algunos tramos se toman su tiempo, pero estamos hablando de una miniserie de solo cinco episodios, de manera que nunca se llega a hacer pesada. Es lo suyo que no solo se centre en las cercanías del reactor, pues la política y el sistema soviético tuvieron mucho que ver en cómo se desarrollaron los acontecimientos. Conocemos también algunos detalles poco conocidos de cómo trataron de resolver este gravísimo problema. Claro que, con una serie como esta, siempre queda la duda de qué fue real y qué licencias se han tomado los guionistas a la hora de contarlo.
Uno de los momentos más impresionantes son las secuencias en el hospital del capítulo tercero, donde verdaderamente podemos ver las consecuencias del horror nuclear. Muy conseguido el maquillaje de esos actores.
La serie es absolutamente recomendable y digna de todo lo que se está diciendo de ella. Hay que verla.