En el mundo del terror de serie B, sin duda John Carpenter tiene una gran legión de seguidores. Autor de algunas películas míticas de ciencia ficción y terror clásicas, “Juan Carpintero” es admirado por muchos. Pero, si somos objetivos, sus películas buenas se pueden contar con los dedos de una mano. Está muy sobrevalorado, siendo “La cosa” una de sus mejores obras. Curiosamente, la del bicho era un “remake”, igual que este “pueblo de los albinos”.
El reparto no es demasiado bueno. Vemos a varios actores encasillados, caídos en desgracia o directamente malos. Por ejemplo, la actriz de “Cocodrilo Dundee”, participa aquí en uno de sus poquísimos trabajos en el cine. También vemos a Luke haciendo de cura (palabra de Skywalker), y al mismísimo Superman de toda la vida.
Curiosamente, quizás por la habilidad de Carpenter o por la calidad (que supongo buena porque no he leído) de la novela original, la historia es tan intrigante y engancha tanto que al final da igual que no esté demasiado bien hecha, realizada o interpretada.
El arranque es digno del mejor cine del género, y atrapa, esperando saber qué va a pasar y una explicación a ese extraño fenómeno.
Ni las malas actuaciones ni los discretísimos efectos especiales consiguen hundir una historia que realmente funciona muy bien. Y es que el terror con niños siempre tiene algo especial. Estos inquietantes niños se parecen un poco a Maddie Ziegler (la bailarina de los videoclips de la cantante Sia) y no te vayas a meter con alguno de ellos que la llevas clara. No tiene la fuerza de “¿Quién puede matar a un niño?” o “Los chicos del maíz”, pero un puntito de la inquietud que provoca el terror con niños, sí que tiene.
Me da muchas ganas de leer el libro, que tiene que ser interesante y seguramente mejor que el film.
No es de las mejores de Carpenter, pero tampoco está a la altura de bodrios como “El príncipe de las tinieblas” o “Fantasmas de Marte”.
Cuando la vi en su momento, me gustó muchísimo más que ahora, vuelta a ver bastantes años después. Creo que puede funcionar mejor en espectadores muy jóvenes que no hayan visto mucho cine de terror y no la puedan comparar con los mejores títulos del género.