Un tipo que no dejaba de trabajar en los 90, Stone con la sombra de su "Catherine Tramell" aún muy presente, y una francesa paliducha llamada Adjani, forman el trío protagonista.
Yo destacaría a Sharon, en un nuevo papel de los que le pegan a ella, haciendo de mujer fatal y fumadora empedernida.
Estos tres no se llevan nada bien fuera de la cama, al parecer. Así que aquí tenemos una intriga de engaños y traiciones con sabor clásico. De hecho, es un "remake" de un film francés que por lo que tengo entendido tuvo un cierto impacto en el público de la época. No la he visto.
Pero tal vez porque la original era demasiado antigua ya (o no), el argumento no me parece excesivamente espectacular, a pesar de las sorpresas.
La forma de contar la historia es muy clásica, y con la banda sonora me recuerda vagamente a viejas películas de Alfred Hitchcock (salvando las distancias).
La escena con más tensión es cuando la pelota cae a la piscina.
Algo que sí me gusta es que logra que uno, más o menos, no se espere el final. Pero hay que reconocer que existen intrigas con giros mucho más impactantes que este.
Y como es más o menos entretenida y corta, con eso ya cumple con lo que se espera del género. A mí me vale.
Por cierto, ¿quién es ese secundario con gafas que sale por ahí? ¡Ni más ni menos que J. J. Abrams! Estas son las curiosidades que se encuentra uno de vez en cuando viendo cine de los 90 veinte años después.