Una de las modas del cine de la década de los 90 fue el género negro o policíaco, con algún actor medianamente famoso como reclamo y un desarrollo simple, casi de serie televisiva. Esta película es una de esas.
Cuenta con el siempre solvente Willem Dafoe, con el de "Nueve semanas y media" y con la novia de "Robin Hood", pero esta investigación criminal no llega a ser demasiado apasionante.
Al principio estamos tan perdidos como el protagonista, tirando de un hilo que no se sabe adónde lleva. El problema es que se tira del hilo demasiado despacio, de manera que la película no me llega a entusiasmar en ningún momento. La escasez de acción y tensión, el exceso de diálogo, así como la poca personalidad de los personajes, conforman un film que, sin llegar a ser totalmente malo o aburrido, es bastante fácil de olvidar.
Al guion le falta algo más de empaque, pero creo que en manos de algún director especial tipo Guy Ritchie o Tarantino, podría haber estado bastante mejor.
Solo en los últimos 15 minutos, cuando se aclara todo y Dafoe organiza el plan para ponerle a todo punto final, es cuando la película se pone mejor. Lástima que no fuera así desde el principio.
Le doy un 5 y va que chuta.