No hay palabras para describir tanta grandeza; ésta junto con la de los Diez mandamientos, son las obras maestras de Heston en su vida como actor, demuestra ser un profesional impecable.
En esta entrega Religiosa/Dramática, nos lleva a una historia ambientada en la época del surgimiento cristiano, simultánea a la vida de Cristo, que lo vemos de manera tan dramática y justamente oportuna, que las cualidades de Wyler se llegan a notar en kilómetros. Es justo destacar el guión, es dramático; por lo cual la presencia de Heston es justa, precisa para ello; ya que tiene la particularidad de transmitirnos compasión y ternura, provoca darle agua. El transcurrir de la misma es original y conmovedora, narrando las peripecias de Judá y sus desgracias; que te destrozan inmensamente el corazón. Es tan impactante como chocante y tan inigualable en su récord de premios, lo cual es justa al ver semejante calidad en que se ve y se nota. La calidad de efectos son punicos, es un claro ejemplo de lo que se puede hacer con simpleza e inteligencia, por lo que parece que los cineastas de hoy en día, parecen olvidar. Tienen a mano lo que millones de directores de los 50's, 60's o 70's hubieran deseado, pero he aquí una mítica resolución de lo que se puede lograr, la grandeza más exquisita; caballeros he aquí: EL SÉPTIMO ARTE. Por lo que le pongo este merecido calificativo, con lástima de que no haya un puntaje mayor para este clásico del cine como lo es Ben Hur.