Carrie fue la primera novela de Stephen King en estrenarse. No la primera que parió el peculiar escritor, ojo. No mucho después, fue llevada a la gran pantalla.

Brian De Palma, que ya se había hecho un nombre en la industria del cine, fue el elegido para dirigir Carrie. La palabra que mejor define el trabajo del director es, sin duda, "experimento". De Palma divide la pantalla en dos, hace desaparecer el color, acelera unas escenas, ralentiza otras... y el resultado es sorprendentemente bueno. Todo lo que prueba el director funciona a las mil maravillas y consigue convertir la película en un ejercicio que se centra en cerrar las puertas al espectador que, una vez metido en la película, no puede escapar. El gran trabajo del director se deja notar más a partir de la segunda mitad de la película, donde consigue hacer un tramo romántico muy conseguido sin permitir que el espectador olvide que, bajo todo eso, se sigue gestando algo inquietante que tiene que salir a la luz antes o después. Para ello, De Palma se apoya en las escenas que comparte Carrie con su madre y que son, junto al final, lo mejor de la película, que al principio se tambalea de forma notable acercándose de forma peligrosa al ridículo.

Sissy Spacek está a un nivel inhumano. Su trabajo a lo largo de toda la película es soberbio dentro de un papel que, más allá de lo paranormal, dibuja a uno de los personajes clásicos en todo colegio o instituto: el del marginado social. La (por aquel entonces) joven actriz realiza una labor que consigue conmover en más de una ocasión y acojonar (sobretodo en el tramo final). Piper Laurie, también soberbia (a quien se queje de que su madre le come la cabeza con tonterías, que le presenten a esta señora). Dentro de un papel bien construido, Laurie saca lo mejor de sí misma para llevar a su personaje a la máxima expresión. William Katt no está tan acertado, aunque aguanta el tipo. Algo mejor lo hacen Amy Irving y sobretodo una Nancy Allen que logra ser realmente odiosa y que encandiló a Brian De Palma. Destacar la aparición de un John Travolta muy cercano a su "versión Grease".

Resumiendo, que es gerundio: Carrie no es exactamente una gran película de terror. Yo, personalmente, diría que es una buena película de terror y una fantástica película de suspense. Rodada con el ímpetu de un atrevido Brian De Palma que acierta en practicamente todo, Carrie es un referente del cine en muchos géneros, algo que pueden decir pocas películas.