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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
6
Cine negro. Intriga. Drama En los oscuros años de la Gran Depresión, Michael Sullivan (Tom Hanks) es un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Un día, inesperadamente, el hijo de Sullivan, ... [+]
6 de febrero de 2011
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
2002 fue un año de grandes películas, y aún así 'Camino a la perdición' obtuvo seis nominaciones a esa gran mentira que son los Oscar. Pero ese no es el tema, así que me centraré diciendo que, si bien es cierto que posee fuerza gracias a la fotografía y música, que consiguen un ambiente muy logrado, diría que está ligeramente sobrevalorada.

Sam Mendes es un director solvente, de eso no hay duda. Su dirección en este caso es tan firme como convencional. Con esto quiero decir que lo que hace, lo hace bien, pero solo eso. Hay poco atrevimiento en una historia que tiene varios momentos en los que el director podría haberse lucido o, al menos, podría haberse sacado de la manga algo ingenioso. Igual que pienso que su dirección no está a la altura, también reconozco el enorme mérito que tiene llevar a cabo una película como esta, en un género que tiene grandísimas películas y en las que es fácil para el espectador caer en la comparación. Tal vez no sea la dirección la peor parada en estas comparaciones, sino el guión. Adaptado desde un cómic (que no he leido), nos cuenta una historia que, desde el primer giro, se ve abocada a seguir un único camino, reconocible por el espectador y tan previsible que sientes ver una película que ya has visto.

El reparto deslumbra con solo ver los nombres. Tom Hanks está a la cabeza, en un papel que no había interpretado nunca. Eso, lejos de ser un impedimento, es todo un reto para Hanks, que ya ha demostrado en muchas ocasiones su versatilidad, y lo supera. Daniel Craig es tal vez el más flojo en el apartado interpretativo, si bien es cierto que su papel da poco juego. Paul Newman es el gigante de la película. No vamos a descubrir ahora el pedazo de actor que fue, y aquí nos deja una muestra más de cómo una cara puede decir más que un montón de palabras. Stanley Tucci ha demostrado una y otra vez, sobretodo en papeles secundarios, que es un actor impresionante. Aunque su papel sea corto, imprime fuerza a sus momentos en pantalla, exactamente igual que sucede con un inquietate Jude Law.

Resumiendo, que es gerundio: un guión tan previsible condiciona toda una película a no ser que la dirección sea legendaria. Aquí, por desgracia, no lo es. Aunque a nivel técnico, cabe destacar la fotografía, a la altura de las buenas películas del género, y una acertada banda sonora. El superequipo formado por Hanks, Newman, Craig, Law y Tucci se encarga de dotar al film de una fuerza que en este caso necesita como el comer.
Grijander
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