Una muy grata sorpresa visualizar una película inteligente como esta. Sin una fama que le preceda, sin publicidad avasalladora que hable constantemente de ella, City Island sale a flote con un guión curtido, satírico y hábil a la hora de manejar el enredo familiar en que se entromete.
Raymond De Felitta (Robo a la Mafia) dirige y escribe este filme con conocimiento de causa, manejando la interacción de los actores con el medio con facilidad y haciendo que sean naturales en todas las escenas que protagonizan. Se nota que quiere hacer a los actores partícipes de esta simpática sátira y ellos responden con buenas actuaciones. Sin el buen hacer y la implicación de estos, City Island no sería la misma y pasaría por ser un producto más cercano a un telefilme que otra cosa. Por suerte, el acierto del director con el cast y la forma de manejar a los actores para que se diviertan es un plus que gana adeptos. Y yo soy uno.
Como ya he dicho, a la hora de hacer una película la implicación de los actores es lo más importante, o casi. En este caso, viniendo de un presupuesto humilde la mejor baza es tener actores en forma. Es el caso de Andy García (Ocean´s Eleven), que nos entrega aquí un personaje puro, sincero y temeroso de su esposa, en el que quizás sea su mejor papel en los últimos 15 ó 20 años de su carrera. Julianna Margulies (The Good Wife - Urgencias) ralla a buen nivel como esposa, Ezra Miller (Liga de la Justicia) está estupendo como ese extraño adolescente que sólo critica y malmete dentro del núcleo familiar y Steven Strait (10000 A.C.) que interpreta a un personaje sencillo y franco. También nos encontramos a Emily Mortimer (La Librería) como una mujer melancólica llena de consejos.
Con todo este entramado, De Felitta crea una película de enredos dentro del propio núcleo familiar que es alterado por la aparición de un agente externo (Steven Strait) que sin llegar a quererlo se convierte en una especie de espectador con capacidad para intervenir, un elemento que se hace indispensable para el devenir de la película.
Sin dudas, una singular cinta que aporta frescura y tiene un guión atractivo y, a veces, un poco loco. Lo único que chirría es el personaje de Mortimer: es bueno que esté, pero chirrían sus motivaciones.