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Voto de Ana Isabel :
10
Drama Adaptación de la novela homónima (ganadora del Premio Planeta) de Antonio Skármeta. Es una historia de amor, amistad y venganza, que se desarrolla en la época del establecimiento de la democracia en Chile, concretamente en el momento en el que se decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. A pesar de ello, Ángel Santiago (Abel Ayala), un joven soñador y valiente, ha decidido vengarse de los abusos sufridos ... [+]
6 de julio de 2020
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Por una vez no estoy nada de acuerdo con las críticas profesionales, y es que quizá hay algo que se les escapa, con todo el respeto a sus muy experimentadas mentes.

En primer lugar hay que haber leído a Skármeta, y darse cuenta de que la sensibilidad de su mirada está teñida de cierta limpia visión, como si lo mirase un niño ( lo que le da visos de irrealidad, es más una realidad poética la de su relato) y por otro lado hay que saber también que sus novelas no son la narración de unos hechos sino una interpretación entre sentida y soñada, por lo que caben los finales imprevisibles e incluso imposibles en la vida real. Creo que lo que se siente leyendo a este autor lo ha sabido plasmar magistralmente Fernando Trueba, y ojo que mucha gente ha leído a Skármeta y las opiniones son bastante unánimes: su realismo no lo es tal, está envuelto en magia porque está narrado desde un punto de vista muy personal, muy inocente también, sus libros son como Cuentos con mayúscula. No es exactamente lo que llamamos realismo mágico, es un estilo muy personal.

Por otro lado ¿qué hay de Chaplin? Toda la película está llena de él, fundamentalmente los dos "golfillos", que tanto se parecen a los de la parte final de Tiempos Modernos, por poner un ejemplo. Los gestos del protagonista, su sombrero, su expresividad exagerada, la fragilidad de ella, las ropas ajadas y rotas, su situación personal "en el arroyo", desamparados. En este caso tienen el único apoyo del personaje que interpreta Ricardo Darín. No estoy de acuerdo con que Darín esté "de adorno" en esta película. Nunca se han visto brillar sus transparentes ojos como en esta película, nunca se le ha visto una expresión tan sensiblemente inocente, borda su papel de "delincuente bueno", de ladrón de guante blanco venido a menos.

Sí es cierto que los personajes son estereotipos, como lo es también todo el film, es como un enorme cuento: el enano, la señora que acoge a las niñas pobres y les enseña ballet, el alcaide de la prisión, el asesino, la directora de la escuela de ballet municipal, los periodistas, los padres... no son estereotipos, son símbolos. No sé cómo es tan difícil entenderlo. También se remarca esto mediante el maquillaje, excesivo, grotesco, así como el magnífico vestuario, acorde con el tema, y las localizaciones.

El hecho de que un caballo casi co-protagonice la película también está en la línea de fábula, de cuento, que tiene el film, como ocurre con otras películas con caballos entre los "protagonistas".

Y por último, la Belleza con mayúsculas. Qué tiene de malo la perfección emocionante del baile, los besos primerizos, la enorme cordillera nevada, la atractiva frescura y la verborrea del protagonista, los gestos (llena de gestos está la película) que hablan por sí solos. Creo que hay mucho de emoción y no hay que buscarle tres pies al gato. Es Trueba, es el director de la mirada sutil y mantenida ( y un poco voyeur) a una mujer bella, es el director de los conjuntos de personajes entremezclando sus sentimientos, de películas corales llenas de peripecias (no se aburre uno en ningún momento, son películas llenas de acción, lo que en este caso es notable, ante la difícil adaptación de la novela) Unos encuadres cuidadísimos, una fotografía que vale por sí misma un premio. Y, bañándolo todo, su toque personal. Creo que no hay buen director si no nos muestra lo que quiere exactamente mostrarnos según su personalidad. Y ese es Trueba.

El humor también tiene su cabida, como es propio de este director, aunque un tema tan trágico lo hacía difícil, pero ya lo hizo en Belle Epoque. El esperpento, de eso se trata, hay que releer a Valle Inclán y a su Max Estrella.

Y en cuanto al tema político, es simplemente un tema Humano con mayúsculas, es la tragedia, es la mudez, es el silencio, es la supervivencia... eso se convierte en pacifismo, en antibelicismo, en antifascismo de forma sutil, tan sutil que penetra más en la mente que otras formas de mostrarlo.

Gracias, Skármeta. Gracias, Trueba. Gracias Chaplin. Gracias, Valle Inclán.

Y otras muchas gracias, porque en el papel de Darín yo estaba viendo (imaginando) a José Luis López Vázquez, ese realismo esperpéntico e inocente que lo caracterizaba.

Excelente dirección de actores. Un aplauso.
Ana Isabel
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