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Voto de Nacho Ambigú García:
6
Terror. Thriller. Drama Cuatro hermanos, temiendo que les separen tras la muerte de su madre, se esconden del mundo en su abandonada granja, un lugar cuyas viejas paredes esconden un terrible secreto... (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a su incontestable idilio con la taquilla, el nombre de J. A. Bayona no es precisamente un reclamo irresistible para mi instinto filmófilo. Sus películas me parecen melodramas convencionales disfrazados de terror, aventura o fantasía. Eso que antes se llamaba gato por liebre (o como cuando pides un sobao pasiego y te traen una cupcake).
Así que me asomo con reticencia a esta producción bendecida por el autor de “El orfanato”, “Lo imposible” y “Un monstruo viene a verme”, dirigida por su guionista habitual, y que termina resultando más sórdida e intrigante de lo previsto, cosa que agradezco.

Por enésima vez, nos reencontramos con esa manía que tienen los personajes de las películas de miedo de irse a vivir al quinto churro, lejos del mundo civilizado de los enchufes y las farmacias de guardia. En este caso quizá con más justificación, pues la familia protagonista —madre y cuatro vástagos— parece huir de la amenaza de un padre violento. El problema es que, como en cualquier caserón abandonado que se precie, tras la mugre y el papel pintado rococó habita un terrible secreto… Bueno, de hecho hay más de un secreto, y su impacto dependerá del número de películas que uno lleve en el buche. En Ambugú García hemos visto demasiadas, pero a un espectador menos prolífico o glotón puede quedarle aún resquicio para la sorpresa.

Ayuda el envoltorio, más que aparente; un estilo atractivo a los ojos, buena ambientación, fachada hollywoodiense, fotografía de primera división, todo tan cuidado que a veces parece que importe más la carcasa que las entrañas.
Así, el miedo sugerido o fuera de plano funciona mejor que el visible. Ese padre mencionado que nunca vemos del todo es el mejor elemento de terror, pues los sustos, aparte de contados, vienen cantados.

Más que entrar en una casa encantada, “El secreto de Marrowbone” se parece a ir al psicoanalista con la defensa baja, y aunque es imposible no acordarse en ciertos momentos de “Los otros” (Alejandro Amenábar, 2001) o “El orfanato” (J.A. Bayona, 2007), esta opera prima de Sergio G. Sánchez aguanta por sí sola la prueba de fuego de la tarde del domingo o el día del espectador. No es poca cosa.
Más información en http://ambigugarcia.blogspot.com.es/
Nacho Ambigú García
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