Mae Holland (Emma Watson) empieza a trabajar en El Círculo, la empresa de comunicación más importante del momento. La compañía ha creado un dispositivo que hará que estemos conectados 24 horas con todo el mundo y a su vez que todo esté conectado (redes sociales, operaciones bancarias, la casa, contraseñas…). Creando así una vida virtual paralela a la real. ¿Será tan divertido y entretenido como parece?

El Círculo, adaptación de un libro de Dave Eggers con el mismo nombre que la película. Y asombrosamente (para mal) uno de los guionistas haya sido el propio autor del libro.

Digo asombrosamente mal porque la película se ha quedado en la mitad de la mitad de lo que podría haber sido. Un tema tan actual y que en unos años podríamos vernos reflejados (aunque casi casi que lo estamos ya) al final se ha quedado en una película simplona, “ñoña” y sin gracia que no aporta nada nuevo. Se podría resumir en un refrán: “Mucho ruido y pocas nueces“.

El Círculo, es una empresa de comunicación gigante que recuerda demasiado a Google. Y su dueño/creador, Simon (Tom Hanks) recuerda demasiado a Mark Zuckerberg (creador de Facebook) con una pizca de Steve Jobs (fundador de Apple). Y la empresa está ubicada en un campus donde hay un montón de empresas dedicadas a la tecnología y a la comunicación, como Silicon Valley (qué original todo (véase la ironía)).

En la compañía han creado un dispositivo (See Change) donde, en modo resumido, se acaba la privacidad, literalmente. Todo el mundo puede acceder a todas tus datos y donde todo está conectado (Redes Sociales, cuentas y operaciones bancarias, a tu casa, a todas tus contraseñas, con quién estás en cada instante, cuando te acuestas y cuando te levantas…). Conectados 24 horas. La empresa puede hacer con ello lo que les apetezca. Al final, en vez de tener una vida, parece que estás metido en la película de El Show Truman (Truman tenía “más vida” que los que acceden a participar en el juego creado por El Círculo). ¿De verdad queremos llegar a esto? Porque menudo agobio.

Y la manera en que lo pintan, parece una secta. Si no haces lo que ellos quieren te pueden castigar y hacer lo que más les convenga contigo. Te “obligan”, de alguna manera, a hacerlo si quieres seguir formando parte del juego. Si no lo haces no eres “guay” y puedes llegar a quedarte sólo.

Y, sinceramente, creo que muchas de las cosas que salen en la película, rozan (o tocan directamente) la ilegalidad. El uso de la protección de datos no existe y lo ven tan normal (elemento que ahora está muy presente y muy bien vigilado). Es cierto que hoy en día, también estamos todos conectados, pero hay ciertos límites que no se pueden cruzar, y en la película sí y está todo bien. No veo muy normal que cualquiera pueda acceder a los datos clínicos de los pacientes… ¿en serio?

Lo que podría haber sido un buen thriller cibernético, un drama, con un poco de ciencia ficción y una pizca de intriga, se queda en todo menos en eso. Y mira que el tema que trata tiene para sacarle el juego y hacer un buen peliculón para que lo recordemos en unos años. Pero no, no va a ser a así. Al final parece una caricatura de lo que podría haber sido.

Es una lástima, porque con los dos buenos actores principales que aparecen en ella, Emma Watson (me encanta esta actriz) y de Tom Hanks, no han sabido aprovecharlo para nada.

Lo único bueno que voy a resaltar del film es que tenemos que tener en cuenta el mensaje que, en definitiva, nos quiere transmitir. Tenemos que tener cuidado, que lo que sucede en la película, no acabe ocurriendo, en su totalidad, en pocos años, en la vida real. Donde cualquiera pueda acceder a tus datos y hacer lo que le apetezca con ellos. Y que sepamos separar nuestra vida privada de la que mostramos en las Redes Sociales. Que lleguemos a establecer un límite entre ambas cosas antes de que nos acabemos arrepintiendo. Es cierto, que actualmente podría parecer que vivimos ya en esto, pero os aseguro que lo que nos muestra la película es mucho más extremo y da bastante “miedito”.

Para ser sincera, me esperaba mucho más de la película y me hubiera gustado que me gustase mucho más.

Mi valoración: 5/10

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