Y Buñuel regreso a España, con el beneplácito del gobierno franquista, para realizar una de las mayores obras maestras que ha generado el séptimo arte. El éxito de Buñuel es lo que hace que sea invitado a rodar en el país que le vio nacer, con la idea de mostrar a todo el mundo un cambio aperturista en una España anclada en el pasado más arcaico.

Y Buñuel creará un film en el que según mi opinión si es oro todo lo que reluce, arremetiendo de nuevo contra la clase burguesa, y ferozmente contra la iglesia católica en una crítica despiadada de la España de la época, haciéndolo de la siguiente forma:

- Mostrando a la burguesía en su vertiente rancia y recalcitrante de la mano de Don Jaime, burgués acomodado y egoísta, que reniega de su hijo y se enamora de su sobrina; los pilares se tambalean. Don Jorge encarna la otra cara burguesa, arrogante y avasalladora, prepotente y cínica. (Crítica feroz nº 1)

- Mostrando que la realidad española es deprimente; esto es lo que quiere mostrar Buñuel al mundo: una clase acomodada, una clase beata y santurrona, otra clase trabajadora que asiente a todo sin rechistar y el resto, los inadaptados. (Crítica feroz nº 2)

- Cuestionando el verdadero significado de la fe católica y el gran contraste entre la teoría y la práctica en la vida real de la religión cristiana, todo ello visto desde la perspectiva atea del propio Buñuel. (Súper crítica feroz nº 3)

Buñuel lo hizo todo muy bien, hasta reírse del propio gobierno español creando una obra a su costa que será prohibida en España tras un pronunciamiento hostil por parte del Vaticano, eso sí, habiendo recibido antes la palma de oro en Cannes y estando todos tan orgullosos de ello.

Que grande era Vd. Don Luis. Gracias por darnos esta gran obra.

Lo mejor:

Todo, destacando a...

Silvia Pinal, erotismo en estado puro.

Francisco Rabal, inmenso y más creíble que nunca.

La escena de la cena, inolvidable, en una grotesca recreación de la última cena con el Mesías de Haendel de fondo.

La última escena, apoteósica, con Don Jorge, Viridiana y la sirvienta, como colofón final.

Lo peor:

Nada