Pensaba que iba a ver una historia donde, en mitad de la guerra fría, se palparía la tensión que puede existir en cualquier roce entre estas dos potencias. Craso error.
La película no adormece, pero tampoco te excita. El ritmo de la película no es bajo, y va fluyendo todo a su correcto tiempo. El problema es que la historia es insulsa, no te atrapa y peor aún, no intriga, todo es previsible.

Y por si con esto no bastaba, la dosis de propaganda americana que te llevas al salir del cine es bien grande.