Será que hay cosas que, con el paso del tiempo, dejan de tener gracia. O será que no las tuvieron nunca. El caso es que qué un hombre se disfrace de mujer y hagan como que cuela no tiene ninguna gracia. Repito, quizás en 1982 sí la tenía, pero en 2020 no. Al menos no tal y como nos lo muestran, porque bien digna que es "Señora Doubtfire". Esa "mujer" sí que colaba.

Nací más de diez años después de su estreno, por lo que soy consciente de que no puedo valorarla como se merece, ya que hay películas, como obras de teatro, series y libros, que hay que entenderlos en su contexto, pero aún haciendo un esfuerzo para meterme en la mente de la gente de principios de los ochenta, sigo sin ver porqué "Tootsie" tuvo el éxito que tuvo.

Lo cierto es que la película no me ha sacado ni una mísera sonrisa, porque más allá de la sorpresa de ver a Dustin Hoffman vestido de mujer, que para algunos será muy gracioso pero a mí me produjo más sonrojo que otra cosa, no hay nada más. No sé dónde ven la comedia. Del resto del reparto tampoco hay mucho que decir... Teri Garr está tan pasada de vueltas que dejas de tomártela en serio, Jessica Lange resuelve con decencia un personaje que es más simple que el mecanismo de un chupete, de Bill Murray paso palabra y es Charles Durning, el siempre magnífico Charles Durning, el único que logra sacar cabeza en todo esto.

Pensándolo bien, no es que "Tootsie" no me hiciese gracia... Es peor: me aburrió.