Andy Garcia es el gran fallo de este film. No solo es que a nivel interpretativo está a años luz de los Brando, De Niro o Pacino, es que en muchas ocasiones está desmesuradamente sobreactuado y, en muchas otras, simplemente es que no resulta creíble en su papel de mafioso frío y duro. Más bien parece el típico cretino, que va de chulito y listilllo. Gran error del Coppola no ya incluir a un actor tan malo en la película, sino, mucho peor, para darle semejante protagonismo.

De no ser por Andy García, este film no hubiese perdido tanto respecto a sus sublimes predecesores, aunque igualmente no podría compararse a estos últimos.

Me resulta dificil puntuarla, quizá le pondría un 8 en lugar de un 7. El final es una obra de arte... pero es que Andy García me lo desdibuja todo.