Me ha gustado mucho, es una película que sin ser una obra maestra pasas un buen rato. Pero como digo en el título, esperaba encontrarme con una de esas películas con las que no paras de reírte, llena de situaciones inverosímiles y divertidas. Pero lo que viene siendo humor, poco. Hay situaicones muy graciosas, pero son de vez en cuando; es decir, estás esperando en la película algún diálogo o alguna escena para partirte en dos de risa, pero no llegan.
Reconozco que me moría de la risa cada vez que salía el tartamudo, pero aún así falta humor en el resto de los personajes.

Fuera de todo esto, me parece un film bien hecho, bien estructurado, muy bien interpretado y con un buen final.

Por cierto, Kevin Kline no se merece el Oscar ni por asomo.