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España España · santiago de compostela
Voto de berenice:
7
Comedia. Drama Un empleado de una multinacional desea a toda costa prosperar, a pesar de que su mujer no desea que cambie pues le ama tal como es. Para alcanzar su propósito debe conseguir, en poco tiempo, diez millones de liras para invertirlos en un lucrativo negocio inmobiliario. Pero su obsesión por enriquecerse cambia su carácter, se vuelve huraño y, por consiguiente, se aleja cada vez más de los suyos. (FILMAFFINITY)
30 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo por la maravillosa Anouk Aimée merecería la pena ver esta vitriólica cinta, espejo perfecto en que puede mirarse lo peor de una casta corrupta y podrida que, desde siempre, (pero más desde ese primer despegue capitalista inmobiliario de los años sesenta y hasta la actualidad), ha ido enfangando todos los aspectos de la vida pública y privada hasta emponzoñar el mismo concepto de dignidad humana. Esa casta es poderosa, pero aquí no se libra nadie, como tampoco ahora: no sólo bancos, clero, políticos, nobles, empresarios sin escrúpulos..., sino también arribistas y seres terriblemente cotidianos que quieren sacar su tajada. El dinero otra vez, naturalmente, y sus símbolos, pero no el dinero de la antigua Roma, por ejemplo, ni el de Quevedo, que tan bien disertó sobre él: no; el cercano, el actual y conocido, el de los periódicos del día, asociado a sus heces habituales, la especulación inmobiliaria a la cabeza. Es fácil de explicar porque la película es nítida y desarmantemente actual.
Soberbio también, esta vez sí, (pues es un actor al que no es fácil echarle la brida), Vittorio Gassman quien repite su personaje "lanzado" de "La escapada" junto al más tímido Trintignant. La naturalidad asombrosa con que son presentados todos, sus soberbios diálogos, relaciones, miradas... así como los detalles innumerables en que se sumergen, (en la habitación conyugal, en una fiesta nocturna, en la calle...), dan a la primera parte del metraje un tono absolutamente magistral. Después, las constantes vitales se mantienen, pero el film se escinde en varios sketches un poco más independientes. No llega a ser un pero, ojo, pues la unidad se mantiene gracias a muchos detalles y, sobre todo, gracias a Gassman; pero ya no me gusta tanto, por más que nunca dejen de presentarse momentos absolutamente brillantes en su negro retorcimiento. Comento alguno en spoiler.
Al final, como siempre pasa con Risi, aparece el moralista y el sentimental. Pero esta vez es imposible no estar de acuerdo, inmersos como estamos en esa negrura materialista que ha provocado esta crisis, (que los economistas no atinan a prever ni explicar, cuando es tan sencillo como ir al cine) y la corrupción asociada a ella, tratada en la película con una mezcla extraña de ácido sulfúrico y piedad. Como en la maravillosa "Una vida difícil" Risi intenta abrir una ventana para ventilar el hedor, pero ha provocado antes tal pestilencia que ya el aire que entra tiene poco efecto.
A mí me parece muy buena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
berenice
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