Media votos
5.6
Votos
7,991
Críticas
313
Listas
298
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de José (FullPush):
9
7.4
32,326
Intriga. Cine negro
Fred Madison (Bill Pullman), un músico de jazz que vive con su esposa Renee (Patricia Arquette), recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre (Robert Blake) le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Las sospechas de que algo raro está pasando se tornan terroríficas cuando ve la siguiente cinta de video... (FILMAFFINITY) [+]
31 de agosto de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo a cogerle el gustillo a esto de parafrasearme y contradecirme continuamente. Ahí va una crítica con historia:
--Dicho por mí un 14 de Julio de 2010 a propósito de "Carretera Perdida"--
Es cierto que con mucho elucubrar se puede sacar algo de sentido a esta historia. También es cierto que si a uno no le sale de los cojones está en todo su derecho, hasta el punto de que el resto de usuarios deberá entender que tilde a esta "obra maestra" de engañabobos. Pues, es evidente, no por mucho colorear y añadir sonidos chachis se es un maestro en esto del cine. Se será, como mucho, un tipo chachi, pero nunca un tipo igual de respetable que alguien que hace las cosas para todo tipo de público, sin importar su grado de drogodependencia.
Así, tras cavar mi propia tumba con el párrafo anterior, resumiré la película con una frase: su efecto perturbador dura lo que un simple colocón -bastante poco-. Siendo sinceros, hay algo que engancha durante los primeros minutos, tiempo que tarda uno en adaptarse al festival de incoherencias e imágenes y sonidos chachis que antes mencionaba; después de esto, cuando todo yo (no tú) se ha adaptado, viene la reacción lógica, previsible, esperada, ¿normal?:
"Lynch, váyase a la mierda".
--
Como ven, nada de raro en lo afirmado, pues, ya se sabe, Lynch es único en esto de dividir al respetable. Mi comentario se encuadra(ba) ni más ni menos que en una de las dos corrientes de opinión posibles, en este caso profundamente negativa. Digamos que no estaba preparado para lo que el director quería ofrecerme, tanto da si por una mala predisposición o por escasez de miras (ni de coña pretendo señalar a nadie, más teniendo en cuenta que yo también he pasado por sentirme totalmente estafado y tildar a la peña de iluminados por los juegos malabares de un majara impresentable). Pero la vida da muchas vueltas, y los puntos de vista se van agudizando o matizando, para bien o para mal, hasta confluir en lo que cada uno es en cada momento determinado, siempre distintas versiones de uno mismo, sin por ello llegar a traicionarse. Llamémosle evolución, pues el madurar es un proceso inacabable.
Así, más tarde probaría suerte con "Mulholland Drive", con sensaciones encontradas. Empecé a conocerme de veras: http://www.filmaffinity.com/es/review/78476788.html (adjunto enlace porque si no no hay cojones a que quepa todo).
La nota a "MD" en aquel momento fue un 5 ("CP" tenía un 4). Muy lejos ambas calificaciones, pues, de lo que tantas y tantas bocas gustaban de proclamar a voz en grito mientras yo asistía, aún atónito, a la lucha encarnizada entre dichos defensores y sus numerosos detractores. Tanto es así que mi crítica a mala hostia recibió la modesta pero nada desdeñable cifra de 5/6 usuarios a favor.
>continúo en spoiler, sin spoiler<
--Dicho por mí un 14 de Julio de 2010 a propósito de "Carretera Perdida"--
Es cierto que con mucho elucubrar se puede sacar algo de sentido a esta historia. También es cierto que si a uno no le sale de los cojones está en todo su derecho, hasta el punto de que el resto de usuarios deberá entender que tilde a esta "obra maestra" de engañabobos. Pues, es evidente, no por mucho colorear y añadir sonidos chachis se es un maestro en esto del cine. Se será, como mucho, un tipo chachi, pero nunca un tipo igual de respetable que alguien que hace las cosas para todo tipo de público, sin importar su grado de drogodependencia.
Así, tras cavar mi propia tumba con el párrafo anterior, resumiré la película con una frase: su efecto perturbador dura lo que un simple colocón -bastante poco-. Siendo sinceros, hay algo que engancha durante los primeros minutos, tiempo que tarda uno en adaptarse al festival de incoherencias e imágenes y sonidos chachis que antes mencionaba; después de esto, cuando todo yo (no tú) se ha adaptado, viene la reacción lógica, previsible, esperada, ¿normal?:
"Lynch, váyase a la mierda".
--
Como ven, nada de raro en lo afirmado, pues, ya se sabe, Lynch es único en esto de dividir al respetable. Mi comentario se encuadra(ba) ni más ni menos que en una de las dos corrientes de opinión posibles, en este caso profundamente negativa. Digamos que no estaba preparado para lo que el director quería ofrecerme, tanto da si por una mala predisposición o por escasez de miras (ni de coña pretendo señalar a nadie, más teniendo en cuenta que yo también he pasado por sentirme totalmente estafado y tildar a la peña de iluminados por los juegos malabares de un majara impresentable). Pero la vida da muchas vueltas, y los puntos de vista se van agudizando o matizando, para bien o para mal, hasta confluir en lo que cada uno es en cada momento determinado, siempre distintas versiones de uno mismo, sin por ello llegar a traicionarse. Llamémosle evolución, pues el madurar es un proceso inacabable.
Así, más tarde probaría suerte con "Mulholland Drive", con sensaciones encontradas. Empecé a conocerme de veras: http://www.filmaffinity.com/es/review/78476788.html (adjunto enlace porque si no no hay cojones a que quepa todo).
La nota a "MD" en aquel momento fue un 5 ("CP" tenía un 4). Muy lejos ambas calificaciones, pues, de lo que tantas y tantas bocas gustaban de proclamar a voz en grito mientras yo asistía, aún atónito, a la lucha encarnizada entre dichos defensores y sus numerosos detractores. Tanto es así que mi crítica a mala hostia recibió la modesta pero nada desdeñable cifra de 5/6 usuarios a favor.
>continúo en spoiler, sin spoiler<
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Siguió el paso inexorable de días, meses, películas, vaivén de notas y pensamientos. Y sobre mí planeaba la duda, tan humana y porculera... ¿Y si le dieras otra oportunidad a cintas con las que no conectaste? ¿Y si, entre otras, rescataras del averno a aquella en que dos bombones se daban el lote con tanto fervor? ¿Cómo se llamaba? Lo sabes bien: "Mulholland Drive", de tu atragantado David Lynch. Ainssss. Mira que me duele... ¿Y si resulta que me equivocaba? ¿Aceptaré la humillación y pasaré por el aro? ¿Me convertiré en uno de aquellos que tanto llegué a odiar, en todo caso sin razón de peso? Venga, va, que ya van unas cuantas veces en que has necesitado ese segundo visionado. // Sí, las sensaciones en este caso florecieron, sinceras y poderosas, y la trama, esta vez mucho más coherente, tomó forma ante el asombro de mis ojos. Qué deleite. Por si acaso, fui prudente y pasé del 5 al 7. "Poco a poco, no te obceques".
Salvado el primer bache, todo parecía ser mucho más fácil. Sin poder esperar, me enchufé "Carretera Perdida" al día siguiente. Y, bueno, a quién quiero engañar, muchas de sus imágenes vagaban aún por mi memoria... esos desenfoques, esa mezcla de luz, humos y colores, el rostro amenazante y perturbador de Robert Blake, el despampanante cuerpo de Patricia Arquette, la sensualidad y autenticidad de cada fotograma, la perfecta argamasa, en fin, entre surrealismo y realidad febril y sudorosa, tan nítida y hermosa, tan inquietante y sosegada... hasta en el ruido de los golpes, los disparos, los orgasmos, las persecuciones en coche y el estertor último de vida. Esto de ida de olla no tiene nada. Esto es sencillamente la hostia. Sólo hay que dejarse traspasar por el metraje. Ya habrá tiempo después de analizar y ensamblar las piezas, que se puede. "Átropo" da fe de ello (http://www.filmaffinity.com/es/review/38710859.html), no sin cierta prepotencia que no viene al caso.
Y es que, sinceramente, cualquier polémica alrededor de esta obra, por centrarnos en una en concreto, me parece de un sinsentido y una estupidez bastante grandes. Quien sea capaz de disfrutarla, que lo haga; quien no, que pruebe otra vez o se olvide de ella por completo, si puede. Pero basta ya de acusarnos tontamente, tanto los de un bando como los de otro. Ni se es un ente superior por quedar maravillado ante lo expuesto, ni un idiota sin criterio por pensar totalmente lo contrario.
En mi caso, por acabar de alguna forma, sólo añadiré que todo esto ocurrió no hará ni dos meses, antes de largarme todo Agosto bien lejos de una conexión wi-fi y una pantalla en condiciones. Y creedme cuando digo que no me quedé tranquilo hasta que, a la vuelta, esta noche, sin ir más lejos, me he vuelto a aventurar a surcar cierta carretera perdida en busca de un chute de cine, con todas sus letras, y fascinación en vena. Y creedme también cuando digo que no hay nada mejor que haberme descubierto cuanto engloban esas benditas once letras... fascinannte, de veras.
“Lynch, ghracias”.
Salvado el primer bache, todo parecía ser mucho más fácil. Sin poder esperar, me enchufé "Carretera Perdida" al día siguiente. Y, bueno, a quién quiero engañar, muchas de sus imágenes vagaban aún por mi memoria... esos desenfoques, esa mezcla de luz, humos y colores, el rostro amenazante y perturbador de Robert Blake, el despampanante cuerpo de Patricia Arquette, la sensualidad y autenticidad de cada fotograma, la perfecta argamasa, en fin, entre surrealismo y realidad febril y sudorosa, tan nítida y hermosa, tan inquietante y sosegada... hasta en el ruido de los golpes, los disparos, los orgasmos, las persecuciones en coche y el estertor último de vida. Esto de ida de olla no tiene nada. Esto es sencillamente la hostia. Sólo hay que dejarse traspasar por el metraje. Ya habrá tiempo después de analizar y ensamblar las piezas, que se puede. "Átropo" da fe de ello (http://www.filmaffinity.com/es/review/38710859.html), no sin cierta prepotencia que no viene al caso.
Y es que, sinceramente, cualquier polémica alrededor de esta obra, por centrarnos en una en concreto, me parece de un sinsentido y una estupidez bastante grandes. Quien sea capaz de disfrutarla, que lo haga; quien no, que pruebe otra vez o se olvide de ella por completo, si puede. Pero basta ya de acusarnos tontamente, tanto los de un bando como los de otro. Ni se es un ente superior por quedar maravillado ante lo expuesto, ni un idiota sin criterio por pensar totalmente lo contrario.
En mi caso, por acabar de alguna forma, sólo añadiré que todo esto ocurrió no hará ni dos meses, antes de largarme todo Agosto bien lejos de una conexión wi-fi y una pantalla en condiciones. Y creedme cuando digo que no me quedé tranquilo hasta que, a la vuelta, esta noche, sin ir más lejos, me he vuelto a aventurar a surcar cierta carretera perdida en busca de un chute de cine, con todas sus letras, y fascinación en vena. Y creedme también cuando digo que no hay nada mejor que haberme descubierto cuanto engloban esas benditas once letras... fascinannte, de veras.
“Lynch, ghracias”.