Conste que hablo desde el más profundo desconocimiento, pero opinar es gratis y, como sabrán, un lujo cada vez más recubierto de tontuna. Aquí todos sabemos de todo sin saber de nada, y perdón si generalizo, otro lujo igual de tonto. ¿Lo seré? Me la pela. Lo que no seré, al menos mientras conserve un algo de cordura, es psicólogo o psiquiatra, no me va el rollo, lo siento. Y es que, como apuntan en la peli incluso, mal doctor será aquel que no esté tan grillao como el paciente (así se entienden, si no no hay cojones, obviamente). Y en efecto, ahí están los hechos: todos los conocidos que tengo en el terreno, aunque bellísimas personas, acostumbran a ser bastante inestables y a coleccionar, qué cosas, matrimonios y sueños frustrados... ¿Lo explicará el subconsciente? ¿El sexo reprimido? ¿Algún deseo libidinoso? Oh, acudamos a la prueba redefinitiva, ¿qué te sugieren estas palabras?:

-Cronenberg- Aburrido, sonso, gris, apagado, perdón, ¿sólo era una?
-Knightley- Sobreactuada, hostiable, ¿morbosa? ya quisieras, bicho palo.
-Mortensen- Correcto, sin más. Veeeenga, suicida en potencia (fumar mata, quedó claro).
-Fassbender- Tontolculo. Verdaderamente debe encerrar algo dentro que, de complejo e indescifrable salvo que montes y desmontes sueños*, le impide mantener la picha quieta. Para más información ahí tienen 'Shame', sinvergüenzas.
-Del resto de implicados sudo pollas-

Total, que no digo yo que el colega Freud errara en su teoría de oscuras pulsiones sexuales, yo qué coño sé de coños, yo sólo sé que aunque hay días en que uno gusta de según qué festivales eso no lo explica todo. De hecho, no explica absolutamente nada. Como la película, que no se sabe adónde cojones pretende dirigirse. ¡A la verdad! ¡A la revelación! ¡Al conocimiento! A la sutil perturbación emocional del intelecto (¿contradicción?). Todo medidísimo, no veas.

Yo sé adónde va, y perdón de nuevo por tirar de recursos facilones, soy un burdo:
Se va a la mierda. Eso sí, oliendo a planos divinos e inexpresivos y, también, a mucha naftalina.