Esta película comienza de manera interesante explicando las posibles dudas que puedan surgir durante la proyección, dejando claro que tipo de argumento nos vamos a encontrar. La idea es original dentro del resbaladizo terreno de los viajes en el tiempo y en su primera parte consigue enchufarnos en la trama.

Alejada de grandes parafernalias visuales se agradece su tono seco y discrección en el diseño de producción (no hay alardes técnicos ni son necesarios para lo que cuenta). Sin embargo el problema aparece en las consabidas paradojas de los cambios temporales, frecuentes en este tipo de relatos, cuando se quieren tomar en serio asimismos. Las incoherencias se suceden, camufladas en medio de una trama tópica de thriller negro, ya la premisa inicial nos dice que en el futuro no es posible deshacerse de los indeseables por lo que son enviados al pasado para que se encarguen los loopers, contradiciéndose después cuando matan a la mujer oriental...¿?... o cuando vemos a un fugado del futuro descomponiéndose a la vez que su alter-ego actual va siendo mutilado (buena solución que se olvidan de aplicar más tarde cuando otro personaje similar simplemente desaparece al morir su propio alter-ego actual)... son algunos de los fallos desafortunados que agujerean un guión prometedor.

Aún con esas carencias resulta un producto disfrutable, engancha si hacemos la vista gorda a esas incongruencias, pues también contiene buenos momentos desde la acción y el dinamismo, que nos lleva a un final, todo hay que decirlo, bien resuelto teniendo en cuenta la dificultad de la trama y lo fácil que podría haber sido caer en la redundancia.