Esta cinta tuve la oportunidad de verla hace cerca de un año, y hoy he vuelto a su visionado para escribir un guion sobre rehenes. En su momento me pareció absurda y un ejercicio de acción que supera nuestra incredulidad para regalarnos una hora y cuarenta minutos de mierda que no se la cree nadie. La había olvidado y seguro que dentro de un mes ya ni en sueños pensaré en este adefesio.

Sus guionistas no tienen vergüenza para armar algo tan rebuscado, que sin duda asalta nuestra inteligencia a través de giros imposibles y coincidencias a millón que dan es pena.

Le he puesto "UNO" porque a pesar de estar bien filmada, su historia no se la cree nadie. No hay derecho a que nos tomen por tontos con tantas idioteces juntas. La verosimilitud es algo que jamás puede obviarse, porque nos exponemos no solo a hacer en ridículo sino que quedamos como guionistas como patéticos principiantes.