No me gusta el estilo de Pasolini, porque hace que la película sea lenta, monótona, aburrida. Solo el final como que se salva; acompañado por un buen fondo musical.
Las imágenes de “Saló” nos muestran algo que vemos a diario en la sociedad. Como las clases “superiores” degradan a las que están debajo. Al trabajo de Pasolini la falta mas consistencia y el mismo lo admite: “en mi película no hay coherencia en la historia narrada”. No hay una edición en realidad. Todo esta incrustado así como se va filmando. “por eso el trabajo para los actores es mas exigente”.
Historia absurda ciertamente. Con postales vomitivas en el escenario de una bella mansión. Estoy de acuerdo en que no es una película que te mueva la mente, la conciencia, si acaso lo que te mueve es únicamente tu sistema digestivo. Por que eso de ver comiendo mierda a una grupo de personas, cualquiera lo puede filmar. El chiste es la manera en como la maneje el director, aquí es donde se ve la mano del artesano. Y acá, en “Saló” la verdad causa bostezos.
El manejo de lo “Dantesco” debe de ser de una forma exquisita, no tan burda como lo hace Pasolini.
Pasolini en la escatología es como un artesano con las manos embarradas.