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España España · Castelló
Voto de Danny Ocean:
3
Acción Colombia, 1992. Cataleya, una niña de nueve años, tras presenciar el asesinato de sus padres, se entrena para convertirse en una asesina profesional. Después de escapar a duras penas de la masacre, se refugia en los Estados Unidos con Emilio, un tío suyo mafioso. Quince años después, ya trabaja para él como asesina a sueldo. Su tarjeta de visita -una orquídea dibujada en el pecho de sus víctimas- es un mensaje para los asesinos de sus ... [+]
17 de octubre de 2011
43 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginad una niña. Hasta ahora fácil, ¿no? Es broma. Ahora que a esa niña le acaban de matar a sus padres. ¿Qué lástima, no? A ver qué hace la criatura ahora... Tiene nueve años, por cierto. Recuérdalo. Este detalle será importante más adelante. Bueno, continuemos, que me pierdo. Pues resulta que la pequeña Spiderman –por sus grandes dotes para trepar/escalar/descender paredes o cornisas- sabe esquivar balas, vacilar a policías inútiles y, además, ir bien en el cole. El dato es vital, pues con él se intenta justificar la habilidades sobrehumanas, tanto físicas como mentales, de la protagonista. Nueve años tenía, como decía arriba. Vaya tela...

Diálogo-parodia ejemplificador:

Profesor: Señora, su hija es superdotada.
Madre: Perfecto. Nunca viene mal tener una asesina en casa.
Profesor: No, que le digo que la cría es muy inteligente.
Madre: Sí, sí, lo he captado. Mi hija es una especie de superheroína de la muerte.
Profesor: Dios Santo... déjelo.

Básicamente, este es el planteamiento -o "razonamiento"- que siguieron los guionistas –sí, “guionistas”- al escribir –ya, “escribir”- la película –“¿película?”-.

Con este horrendo pretexto, imaginaos el panorama que se le presenta al espectador al saber que tiene por delante hora y media de esto. En concreto, imaginadme a mí sabiendo que iba a ver un zurullo hecho película. Muy triste, la verdad.

Qué más... Ah, sí. La niña se convierte en una mujer movida por la sed de venganza -¡y vaya sed!- y, excepto por el despampanante físico de Zoe Saldana, la cosa va aún más a peor. Y es que, a medida que avanza el metraje, vas confirmando lo que habías pensado al ver la escena inicial: los guionistas Luc Besson –director de ‘El quinto elemento’ y ‘El profesional (León)’- y Robert Mark Kamen, con la inestimable ayuda del director Olivier Megaton –sí, tiene apellido de superhéroe... lo que explica muchas cosas-, tratan al espectador de imbécil. Escenas y más escenas surrealistas, idioteces carentes de todo significado, frases lapidarias que te expulsan –con roja directa- de la historia y otras sandeces no dignas ni de mención. Y como no son dignas de mención, pues chim-pum, aquí se acaba la crítica.
Danny Ocean
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