La primera gran película de Tim Burton, criticada en su momento por ser "comercial" y por no seguir el espíritu del comic, es una más que notable y sobre todo personal revisitación de un super héroe. Burton la hace propia con su ambiente gótico y oscuro, con su villano esperpéntico (genial Nicholson) y con los aparatos freaks del tenebroso héroe. Eso sí, el Joker nubla al propio Batman en carisma (igual que ocurrirá en la siguiente y también genial entrega del director). De todas formas, es algo sin importancia. La acción está servida.