8 de marzo de 2010
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Una película dividida en tres capítulos que básicamente explica los desequilibrios humanos entre lo correcto y lo necesario, hasta donde llegar en cada caso, cómo cubrir los impulsos y tentaciones o mantener los principios, como mantener un control para no caer en los brazos de Lucifer, en no ser repugnante socialmente hablando, la película consigue juzgar a su personaje principal, aunque para comprenderlo tenga que recurrir a que es inteligente y con muchos conocimientos literarios.
El cambio de vida es total, y el periodo de adaptación se consigue a medias, mezclarse con hombres de buena fé a los que les ocurren otras cosas, quizás lo más destacado de esta segunda parte es el contexto social de Sudáfrica, la delicuencia y las raíces culturales entre blancos y negros, porque luego tiene algún momento intrigante, poco más.
Un tercer capítulo de redención a su modo, porque todo es demasiado confuso, encontrar el mal desde la otra acera para quedar marcado, pero todo lo que se entiende a partir de aquí es más bien mediocre, no impacta, se sacan sus conclusiones y se comprende la respuesta de casi todos los personajes, plantea varios dilemas sociales, pero sin duda alguna que no se encuentra más moraleja que la más sencilla, "dónde las dan las toman".
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