El nuevo Bond centra su punto de mira en la baraja, grandes ambientaciones mundiales y la estafa de la ayuda bancaria a los liberadores de países tercermundistas, persecuciones de deporte extremo, luchas cuerpo a cuerpo y disparos a matar al estilo Bourne, no he seguido a los anteriores Bond, pero esta primera parte me parece un asalto a la demencia, no por el cuestionable criterio del agente, sino por la corta esperanza de vida del país moviendo fichas en una partida de póker.

Pero así está el panorama, es el precio de encontrar la pista, y ahí está el hombre del ego y de la arrogancia, creo que no digo nada nuevo si pronuncio que la elección de Craig es ideal, el compromiso de en quién confiar y las mujeres fáciles, creo que hay una buena caracterización del personaje, cómo se busca la vida para codearse y el ritmo de cadáveres a su espalda, lo que no me interesa mucho es el juego de poder que proponen en una mesa de póker, la partida de la especulación podría simbolizar el reparto de ganancias en el mundo y de dónde proviene el dinero, pero queda en lo que es, un juego de azar dónde el gobierno pone en juego muchos millones.

La trama es fácil de seguir entre cartas y escotes, la primera mano siempre es la mala, las deudas y los errores se traspasan a una mesa interminable dónde la paciencia y el análisis del rival se hacen tediosos, se convierte en una película fría en un hotel en el que se oyen disparos pero no pasa nada, dónde se manchan las manos y tampoco, dónde se cuelan los líderes radicales de África... bueno el protagonista lo hace cada vez que quiere, por otros no...

Se centra en la financiación al terrorismo pero no me queda claro cuál es el propósito, era mejor que ganara o que perdiera la partida?... que se aburren un poco, toma, ponle veneno digitálico en la copa, que el nota tiene un desfibrilador en el carro, a medida que las apuestas suben de millones se pierde interés hasta en las mujeres, están jugando con el futuro del mundo!!

Las fichas pasan a cartones y los giros pasan de mediocres a aceptables, ya no me atraen los escenarios y sólo queda eso del cambio de amigo, trata de huir de cine de todos los públicos e inyecta algo de agonía desde que el dinero pasa al segundo plano, pero la verdad es que la resuelve sin complicaciones, el amor y la dimisión, la impresión de que nadie tiene un trabajo digno, bajo las aguas "transparentes" de Venecia se aclara el romance de fidelidad-mentira, de sacrifcio-traición, la verdad es que todo viene a decir que Bond se llena de odio y venganza, que lo antepone al deber de cheques que gobiernan el mundo de los poderosos.