Llegué a esta película de casualidad, mirando en Netflix película tras película sin saber qué ver, y sin querer puse esta película, que encima, ni está doblada al español, sino que hay que verla con subtítulos. Pero el protagonista, un soberbio Henry Rollins, llena la pantalla desde el primer minuto. Tremenda interpretación de alguien que está cansado del paso de los años, y que lo único que quiere en la vida es descansar y dormir, cansado de tanto vivir. Es otra versión del personaje eterno de Drácula aderezada con aspectos bíblicos. Sin escenas especialmente brillantes, es una película sencilla pero que transmite sentimientos. Me ha encantado, lástima que este tipo de películas no se encuentren tanto, y de hecho, ni siquiera Netflix se ha molestado en doblarla, cuando todas las semanas estrenan numerosos bodrios que no hay por dónde cogerlos.