Vueta de tuerca (o/y vueltas a las mismas) de George A. Romero a las películas de terror, con muertos vivientes o al menos que se mueven en dirección a los vivitos y coleando para comerles los higadillos o lo que haga falta y una vez así volverles como ellos.
Y lo hace de forma algo cansina para mi gusto, aunque con evidentes aciertos parciales...pero en menos cantidad que otra veces.
Y es que la fórmula parece algo gastada, me temo.
No obstante, Romero sabe de lo que habla (bueno, supongo que no por experiencia) y logra entrenernos pero con menos convicción que anteriomente, quizás poque ya conocemos de sobra la idiosincrasia y el espíritu de esta clase de filmes, a los que esta que nos ocupa creo firmemente que no aporta nada nuevo.
Se ve sin más y resulta un pelo larga a pesar de su duración stándard.

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