Estupenda película del maestro Scorsese, que quizás tienda a ser demasiado polémica, por aquello de que el sexo y, sobre todo, drogas, estén continuamente presentes, como unos personajes más y no precisamente secundarios.
Esto sería una pena por cuanto la mirada se alejaría de lo importante, que es una profunda y cruel, pero sincera, introspección al sueño americano: el hacerse uno mismo y llegar por méritos propios a lo más alto...aunque en este caso sea por el camino del crimen, del engaño, de la más nauseabundo estafa.
Soberbios los intérpretes, con una pareja protagonista masculina que está excelente en todo momento: Leonardo di Caprio y Jonah Hill, y una exquisita ambientación, fotografía, música, vestuario... Además es de lo más entretenida, y el ritmo jamás se viene abajo.
Un film que, a pesar de ser en el fondo una auténtica salvajada, logra hacer reír de lo lindo y hacer pasar un rato muy disfrutable