Apreciable film de Robert Aldrich, realizado en su no demasiada larga temporada europea.
Aldrich, al tener "una palabras" con un director compatriota, se fue a Europa, tratando de hacer un cine con libertad y siendo el único responsable del producto final. Así, la mítica productora Hammer, que entonces estaba comenzando a producir sus un poco más tarde celebérrimos film de terror, le dió la oportunidad con este film.
Siendo justos, hay que decir que, dentro de la filmografía de Aldrich, es un título menor. Así está considerado y así es. Pero tiene interés y resulta entretenido.
Además, el tiempo no ha hecho mella en la película y todavía hoy en día mantiene en vilo al espectador en una o dos ocasiones, llenas de tensión.
Las interpretaciones son buenas, destacando Palance y Chandler, este con un personaje algo inusual en su carrera: un ser verdaderamente detestable y, a la larga, odioso. Lo hace de maravilla, desde luego.
La ambientación es perfecta, con una excelente (marca Hammer) dirección artística.
Quizás le falte un poco más de ambición y algo más de ritmo, pues hay momentos en que es algo lenta, aunque la progresión dramática está garantizada.
Además de ello, la actuación de Martine Carol es algo sosa, aunque quizás es por estar en medio de dos excelentes actores.
En definitiva, "A diez segundos del infierno" es una película muy poco vista y que, aunque no sea ninguna maravilla, merece una revisión (para pocos) y una oportunidad para el resto.

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