Excelente film del maestro Schrader, siempre a contracorriente de lo que mayoritariamente se rueda y dispuesto a azorar y, por qué no, subvertir nuestras conciencias, haciéndonos reflexionar sobre el devenir de la sociedad actual, en este caso, relacionado con el medio ambiente y el maltrato al que sometemos la raza humana al planeta Tierra.
Un buen hombre, que ha sufrido mucho por la pérdida de su único hijo, que intenta ayudar a sus semejantes y que, poco a poco, va tomando conciencia de un grave problema mundial, tomando un camino radical, no se sabe sin con vuelta atrás o definitivo.
Schrader rueda con esa aparente frialdad expositiva, pero llena de rabia interior, sacando lo mejor de sus intérpretes (excelente Ethan Hawke), y con una sobria puesta de escena, recortando la pantalla a un cuadrado y con algún feliz momento como la levitación y revelador viaje "astral", donde podemos ver cómo era de bello hasta hace no demasiado tiempo nuestro planeta y cómo es ahora, cada vez con más polución, desperdicios y pobreza, tanto humana como medioambiental.
Muy buen film, que inquieta mucho y crea, además, un clímax de brutal tensión e intriga, haciendo que suframos de veras en su último tercio, hasta llegar a un maravilloso final.

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