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España España · Puerto Real
Voto de TESS:
9
Cine negro. Thriller España, a comienzos de los años 80. Dos policías, ideológicamente opuestos, son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas del Guadalquivir, para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad anclada en el pasado, tendrán que enfrentarse no sólo a un cruel asesino, sino también a sus propios fantasmas. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La isla mínima" me parece una muy buena película. Cierto es que no es perfecta, ni mucho menos, que quizás queden más de un punto sin esclarecer, que haya cosas que no cuadren del todo, pero es indiscutible la calidad del trabajo del sevillano Alberto Rodríguez tras las cámaras y de unos actores enormes como son el asturiano criado en Galicia, Javier Gutiérrez, uno de los mejores actores de nuestro cine para mí, y el más que atractivo Raúl Arévalo, madrileño al que descubrí hace unos años en "Azuloscurocasinegro" y que ha ido evolucionado como actor de una manera apabullante. Ya Rodríguez me había llamado la atención anteriormente con su "Grupo 7" y aquí nos retrata a la perfección el asfixiante ambiente de un pequeño pueblo de Andalucía donde reina la desesperanza, el hastío y la corrupción, en una época en la que Franco, su sistema de opresión y miedo y su guardia civil tenía aún mucho poder. Javier Gutiérrez está soberbio, simplemente. Increíble sus miradas y su personalidad. Raúl Arévalo está perfecto, atractivo y misterioso a rabiar, el malagueño Antonio de la Torre, actor que ya había hecho un papelón a las órdenes de Rodríguez en "Grupo 7", tiene aquí un papel mucho más secundario pero siempre es una delicia verle actuar. Mi paisano Jesús Castro, guapo para reventar y más correcto de lo que me esperaba aunque sé que no es santo de la devoción de muchos usuarios. La que chirría un poco por no decir mucho es la gallega Nerea Barros, actriz que no me ha gustado especialmente y a la que siento forzada, incómoda y robótica.
Las localizaciones son estupendas, la fotografía y el ambiente perfecto, esas marismas del Guadalquivir, ese ambiente de pueblo cerrado con su humilde gente sin estudios que depende del jornal del campo para mal vivir, esa música misteriosa y melancólica, todo está cuidado con mimo. Para mí, sinceramente, un trabajo que merece mucho la pena, al que hay que darle tiempo y ponerle paciencia porque se va cociendo muy poquito a poco.
Un saludo,
Tess
TESS
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