Bueno, bueno, qué delicia de película se sacó de la manga Tim Burton, original como pocas y con una serie de personajes de lo más pintorescos. Desde luego, no es una película de navidad al uso, Burton hace mucho más que éso. Se inventa una historia divertida y siniestra, más apta para adultos que para niños, los cuales no podrían entender el mensaje y la crítica que se nos hace a través de ella. Desde luego, Burton es la cabeza pensante del proyecto, pero no podemos quitarle el mérito al director de la peli, un desconocido por aquel entonces Henry Selick. Entre ellos nos ofrecen a uno de los personajes que se han convertido de inmediato en uno de mis preferidos, la dulce y encantadora Sally, para comérsela. Los diálogos son ingeniosos y la banda sonora, a cargo una vez más de Danny Elfman, pegadiza como ella sóla. El propio Elfman se encargaría de cantar las canciones asignadas al personaje principal, el esqueleto Jack, a quien pone voz en su versión original el actor Chris Sarandon. A Sally le pondría voz la actriz Catherine O´Hara. Lo único que le reprocharía es su corta duración (yo me quedé con ganas de más) y sus algo repetitivas canciones, hubiera preferido más diálogo y menos canción.