Bueno, como siempre digo cuando me dispongo a comentar una película basada en una novela de Nicholas Sparks, a mí este hombre me gusta, me gustan sus libros, me gustan sus historias, y sus adaptaciones a la gran pantalla no me suelen defraudar, algunas me tocan más que otras pero todas suelen estar correctas. Recuerdo que cuando se estrenó esta película, tuvo un gran éxito en pantalla. Quizás este no sea de los libros que más me hayan llegado de este escritor, pero creo que la película que han hecho de él no está nada mal. La cantante y actriz Mandy Moore da la talla como Jamie Sullivan, la hija del pastor baptista de su pueblo, una chica a la que no le importa nada lo que la gente piense de ella, que se puede pasar todo el invierno con el mismo jersey y que tiene una fe en Dios inquebrantable. Shane West es un actor poco conocido que me parece que está perfecto como Landon Carter, joven rebelde que acaba encontrando en Jamie la seguridad en la confianza en si mismo que nadie más le había dado. Para él, Jamie es la mejor personaje que ha conocido en su vida. Es una historia de amor sencilla y muy bonita y, no puedo negarlo, a mí me ha hecho llorar en algún momento. Pete Coyote como padre de Jamie está enternecedor y Daryl Hannah como madre de Landon está muy desaprovechada. La película se rodó en sólo 39 días, a pesar de disponer de Mandy Moore sólo 10 horas diarias, ya que en aquel momento la actriz todavía era menor de edad. Tanto la película como el libro en el que se basa están dedicados a la hermana de Nicholas Sparks, Danielle, de la cual el escritor toma el personaje de Jamie y muchos de los acontecimientos que ocurren en ellos.
"El amor siempre es paciente y amable. Nunca es celoso. El amor nunca es presumido o vanidoso. Nunca es grosero o egoísta. Nunca se ofende ni es rencoroso".
Un saludo,
Tess